Inevitablemente, cada pasarela de Balmain incluye varias siluetas fuertes inspiradas en la música que sonaba las 24 horas del día en el estudio de la casa, mientras el equipo de diseño creaba la colección de esa temporada. Las atrevidas líneas del B-III subrayan la fusión única entre el rock moderno y la herencia parisina que forma parte integral del Balmain de Olivier Rousteing, ya que, como explica el diseñador, "es imposible separar la música y la moda". Esa mezcla completamente entrelazada de ambas... es simplemente cómo creció mi generación". El estilo rockero de las gafas Balmain es un reflejo de cómo tanto Balmain como Akoni abrazan esa dinámica dual tan característica.